Santo Domingo, Rep. Dom.- La advertencia del ministro de Educación, Roberto Fulcar, a los directores de centros educativos públicos para que no se niegue cupo a los alumnos, y la ordenanza de garantizarles el distanciamiento físico para evitar contagios de covid-19, han generado una disyuntiva: una inclinación hacia cualquiera de las partes afectaría la seguridad sanitaria de los estudiantes, por un lado, o su acceso a la educación, por el otro.
Reporteros de este diario hablaron ayer con miembros del personal de esos centros, y estos juzgaron “imposible cumplir con las dos cosas”.
“Aquí tenemos 40 y 43 estudiantes por curso, pero uno tiene que hacer lo que digan de Educación; yo te digo que no van a caber”, dijo una docente de la escuela República de Paraguay.
“O están distanciados o están juntos”, advirtió la maestra, indicando que ese plantel ha distribuido a los alumnos en asientos intercalados.
La escuela República Dominicana, en Villa Juana, es otra que también mantiene su proceso de admisión abierto, a pesar de que los cursos ya alcanzan hasta los 35 matriculados.