Los Ángeles, EE. UU.- Si hay un actor que ha inspirado a los hombres a ser masculinos y a querer lucir como unos verdaderos espartanos, ese es Gerard Butler, británico de 52 años que protagonizó 300 (60%), la película basada en el cómic de Frank Miller del mismo nombre que está libremente inspirado en un evento histórico muy importante, la batalla de las Termópilas. En la película Butler dio vida a Leónidas, el rey de Esparta que se sacrificó heroicamente junto a 300 de sus hombres en batalla contra el ejército persa.
A pesar de que se sabe que en Esparta los soldados eran bisexuales, en 300 estos llaman a los atenienses “boy-lovers” (amantes de chicos) de forma despectiva, como si ellos no hubieran practicado el sexo con otros hombres. Para los fans de la cinta que se sienten muy machos, les decepcionará saber que Butler es muy diferente en la vida real, pues mientras el filme optó por dar un barniz homofóbico a los guerreros espartanos, el actor admitió en entrevista con Movieline que ha tenido relaciones con hombres y con mujeres, sin embargo no se considera gay.
Después de 300, Butler no ha tenido mucha suerte en el cine, pues no ha vuelto a protagonizar una cinta tan exitosa, pero sí ha estado en grandes fracasos como Dioses de Egipto (16%) o Geo-Tormenta (15%). Dejando a un lado el rumbo que ha tomado su carrera, es interesante que el actor no se identifique como bisexual tras haber tenido experiencias sexuales con hombres y mujeres, pero también es válido no querer ser encasillado bajo ninguna etiqueta. Estas fueron sus declaraciones (vía Men’s Health):
Yo hablo de mi sexualidad sin pudor, no tengo ningún problema, pero siempre hay quien lo tergiversa todo. La gente parece intimidarse con este asunto y no lo entiendo. Cada vez que hablo de ello, es malinterpretado y exagerado. ‘Gerard Butler es gay’. He estado con mujeres y también con hombres, pero no soy homosexual. Ni siquiera yo mismo sé lo que soy.
Aquí en Tomatazos hemos compartido con anterioridad algunos artículos críticos en torno a 300, y a pesar de las pruebas y argumentos presentados, casi siempre la respuesta es negativa. No se puede negar que la cinta tiene cualidades estéticas y que para muchos es un deleite ver a los actores musculosos y semidesnudos asesinando enemigos a diestra y siniestra, pero si se analiza a fondo, se descubrirá lo problemática que es.