Jimaní, Rep. Dom.- El muro o verja que construye República Dominicana en el cruce fronterizo de Haití, específicamente en la localidad de Mal Paso, en Jimaní, provincia Independencia, que tiene 23 kilómetros de extensión, es una larga pared de blocks de unos cinco pies de altura con una malla ciclónica y una elevación de seis pies que termina en una franja de alambres tipo trinchera.
La construcción inicia a orillas del lago Azuei y camina por las áridas tierras de una topografía montañosa y una salpicada vegetación de la ciudad dominicana de Jimaní, siendo esta la más próxima al paso fronterizo que da acceso a la carretera que comunica al país con Puerto Príncipe y otras ciudades haitianas.
El Gobierno levanta el muro para impedir el movimiento migratorio, el comercio informal, contrabando de mercancías, drogas y armas que desde los poblados haitianos cercanos a la zona fronteriza cruzan en botes y lanchas el lago Azuei para luego seguir por un semidesierto pedregoso de tierra árida, cambrones y cactus, y así evitar el chequeo militar y aduanal al entrar a tierra dominicana.
Aunque no se ha terminado, y tiene un tiempo parada su construcción, ya este cuenta con seis puestos de vigilancia que operan 24/7. Tres de estos con soldados del Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront), y los otros tres con efectivos del Ejército Nacional que se turnan para vigilar sin descanso.
Aunque esta verja tendrá torres con cámaras de vigilancia y puertas en lugares específicos para pasar de un lado, todo esto será al final de la construcción.
Jimaní, es un poblado de veranos cortos y cálidos con unos inviernos también calurosos y secos, y como siempre con un cielo despejado y un sol que parece más cerca de la tierra que en otros lugares. Durante el transcurso del año, la temperatura generalmente varía de 21 °C a 35 °C y rara vez baja a menos de 19 °C o sube a más de 37 °C.
