Dubái y cualquier parte del mundo en el que los petrodólares afloran se han cometido excentricidades nunca antes imaginadas. ¿Recuerdas el rumor de prohibir circular a los coches de las población pobre en uno de los emiratos? Puede ser que también hayas oído hablar de la flota de los vehículos oficiales, ¿verdad? Ahora, una historia privada ha comenzado a viralizarse y tiene como protagonista uno de los jeques más ricos de los Emiratos Árabes Unidos.
Se llama Humaid Albuqaish y sabe compaginar a la perfección dos de sus pasiones, los automóviles lujosos y los animales, preferiblementes peligrosos. Se caracteriza por publicar toda una retaíla de imágenes y vídeos compartiendo ambas aficiones en una de las redes sociales que más ha crecido en los últimos años, Instagram. Leones, tigres o guepardos están dentro de su propio zoológico privado, el cual lo tiene acondicionado en su mansión junto a toda una serie de vehículos de varios cientos de miles de euros. ¿Te atreves a saber más?
Humaid Albuqaish sabe lo que es disfrutar de sus dos preciadas posesiones
Entre su colección de deportivos destacan un Mercedes SLS, un Lamborghini Aventador y un Ferrari 458 Italia, teniendo muchos más repartidos por la finca. Eso sí, no solo tiene predilección por los modelos biplazas y de dos puertas, también tiene otros modelos como un Rolls-Royce Phantom, un Mercedes Clase G 65 AMG o un Porsche Panamera Turbo.
En relación a los animales, tiene un cariño especial por los felinos, siendo los leones los que ganan un mayor protagonismo dentro de la fauna que posee. Además, su particular ‘arca de noe’ incluye otras especies de animales, siendo la mayoría de ellos ejemplares con alguna particularidad o en peligro de extinción.
Eso sí, ¿qué es lo que ocurre cuando un león de varios cientos de kilos se posa encima de un capó de un deportivo de 200.000 dólares? Posiblemente, lo abolle por el fuerte peso aunque sin duda alguna, de lo que no se libre el propietario es de la huella de las zarpas en la pintura de la carrocería. Habría que analizar con lupa -o sin ella-, si cada uno de los modelos expuestos en el jardín poseen alguna marca de cualquiera de los felinos que posee el señor Humaid Albuqaish.
Así es la vida de muchos de estos adinerados del Golfo Árabe. En muchos casos no se sabe muy bien cómo gastar el dinero y se recurre a este tipo de soluciones. ¿Hay que dar una mano de pintura por valor de varios miles de euros al Rolls-Royce? No hay problema, se paga al contado. Imagino que la vida de estos ricachones debe ser así de sencilla.
Ahora bien, cabe destacar que el caso de Humaid no es el único. Tal y como informaba el Daily Mail, muchos de estos animales terminan siendo abandonados cuando alcanzan la edad adulta. La falta de valentía para hacerse cargo de estas fieras son el principal problema para que los dueños se deshagan de estas criaturas. Al menos, el protagonista de esta historia no parece estar dentro de ese grupo de incompetentes al juzgar por el tamaño de cada uno de los animales.
