Thalyta Figueiredo, una arquitecta, junto con su novio y amigos, se encontraron gastando más de 3.000 reales (equivalentes aproximadamente a más de $2’200.000 pesos colombianos) en dos botellas de vino durante una cena el pasado domingo. Thalyta compartió esta experiencia en una entrevista con ‘G1’.
La buena noticia es que el grupo tuvo la oportunidad de probar uno de los vinos más renombrados y codiciados de Portugal, el Pêra-Manca. Este vino es producido por Adega Cartuxa, una de las bodegas más prestigiosas de la región de Alentejo, que pertenece a la Fundación Eugénio de Almeida.
Pêra-Manca es un nombre familiar en Brasil: alrededor del 22 por ciento de los ingresos totales de Cartuxa provienen de la exportación de vinos a este país. La empresa también comercializa otras marcas reconocidas, como EA y Cartuxa, pero Pêra-Manca es el pináculo de su producción. Según la propia bodega, estos son sus “vinos excepcionales”.
“Es una situación ingrata para el consumidor que no planeaba gastar tanto, pero al menos no quedó insatisfecho con la calidad del vino. Solo con el importe a pagar”, comentó João Teixeira, director comercial de Adega Cartuxa.
La historia del Pêra-Manca
La historia del Pêra-Manca se remonta a la Edad Media. Según la leyenda, en 1365, Nuestra Señora se apareció en Évora, lo que convirtió al lugar en un sitio de peregrinación y llevó a la fundación del Convento de Espinheiro. Los viñedos de Pêra-Manca pertenecían a los frailes del convento, y el nombre proviene del terreno cubierto de piedras sueltas o “pedras mancas”.
¿Qué le pasó a los jóvenes?
Lo que comenzó como un almuerzo tranquilo entre amigos terminó convirtiéndose en una anécdota viral que causó revuelo en TikTok.
Un grupo de jóvenes en Salvador, Brasil, experimentó una confusión monumental con el precio de una botella de vino, lo que resultó en una cuenta de 4.512 reales, equivalentes aproximadamente a más de $ 3’340.000 pesos colombianos. El incidente ocurrió el domingo 7 de julio y fue ampliamente compartido el lunes 8 de julio.
El origen del problema fue una mala interpretación del precio del vino por parte de uno de los integrantes del grupo. Thalyta Figueiredo, una arquitecta de 27 años, compartió en una entrevista cómo ella, su novio y dos amigos más, terminaron pagando una suma exorbitante en el restaurante Mistura, ubicado en la Avenida Contorno.
Según Thalyta, la idea inicial era elegir el vino más económico para mantener los gastos bajo control. Sin embargo, la dificultad para acceder al menú digital llevó a que su amiga Juliana interpretara mal el precio de una botella de vino blanco Pera Manca.
La joven pensó que la botella costaba 165 Reales, (cerca de $122.000 pesos colombianos, de acuerdo al cambio actual), cuando en realidad el precio era diez veces mayor: 1.650 reales (aproximadamente $1’221.664 pesos colombianos).
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