“Estas actas son elementos clave, acabo de recibir los originales. Se trata de actas originales de Venezuela, que tienen un código QR”. Jennie Lincoln, funcionaria del Centro Carter, ha protagonizado este miércoles un momento histórico durante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA). Mientras informaba a los embajadores latinoamericanos sobre los sucesos que su organización vivió durante las elecciones presidenciales del 28J, Lincoln exhibió una de las actas, esas que tantas veces se han visto durante las protestas opositoras desde que el chavismo impusiera a sangre y fuego el mayor fraude electoral de la Historia de América Latina.
“El sistema de votación es electrónico en Venezuela, pero tiene pruebas en papel de los datos originales, de lo que informan las máquinas“, añadió Lincoln.
Un ejército de ciudadanos, en torno a un millón de personas, se entregó en cuerpo y alma primero para defender el voto y las urnas durante el 28J y después para recabar las actas originales, cuya copia se debe entregar por ley a los testigos. Estos, jugándose la vida, protegieron esas actas, las escondieron y las enviaron a otros ciudadanos, que las digitalizaron y subieron a la base de datos en una página web, que todavía hoy se pueden consultar. Todo ello en sólo dos días, cuando transcurridos más de dos meses la revolución no ha mostrado un sólo resultado electoral más allá del que se hizo público sin ningún soporte.
Las actas recogidas, más del 83%, confirman la paliza electoral de los demócratas: Edmundo González Urrutia, exiliado hoy en Madrid, cosechó el 67% de los votos, frente al 30% de Nicolás Maduro. Más de cuatro millones de ventaja, unos datos que ni siquiera Hugo Chávez alcanzó en la cresta de su popularidad.
“Las actas representan la voluntad soberana del pueblo venezolano. Y eso es lo que hoy el Centro Carter le muestra al mundo”, ha reaccionado el ganador elector, Edmundo González.
“El mundo sabe lo que pasó el 28J; ahora tiene en sus manos la verdad. ¡Vamos a liberar a Venezuela!“, ha clamado María Corina Machado. El chavismo ha aumentado en los últimos días su acoso en contra de la líder opositora, incluso su jefe de seguridad, Milciades Ávila, y uno de sus escoltas, Edwin Moya, fueron detenidos de forma ilegal por agentes bolivarianos. Machado recibió la semana pasada el Premio Vlacav Havel de Derechos Humanos del Consejo de Europa.
La misma suerte ha corrido Rafael Ramírez, alcalde de Maracaibo, la segunda ciudad del país. Con esta captura, el chavismo quiere incidir en la crisis abierta en el seno del partido Primera Justicia, tras conocerse a través de EL MUNDO la participación de uno de sus dirigentes, Eudoro González, en las negociaciones para el exilio de Edmundo González.
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