Japón.- El caso del influencer japonés que usaba filtros para aparentar ser una mujer joven vuelve a alertarnos de los peligros de los “deep fakes”, vídeos aparentemente reales en los que voz e imagen pueden estar completamente manipulados.
Su cuenta es @azusagakuyuki, es una motoquera que recorre su país, Japón, con mensajes cargados de optimismo y emojis. En su biografía, escrita en femenino, dice que es una amante de pasar el tiempo sobre ruedas, ya sea motos o bicicletas. Sin embargo, un programa de televisión denuncia que detrás de esa joven se esconde un hombre de 50 años que usa apps y filtros faciales para feminizar su rostro y engañar a sus seguidores.