Santo Domingo, Rep. Dom.- Los programas sociales ejecutados en los últimos años han jugado su rol, aunque siempre de manera muy limitada, con marcado sentido asistencialista y aun cuando han servido de alivio a los sectores más vulnerables, no han logrado afectar significativamente los niveles de pobreza.Estos programas implementados sistemáticamente desde el 2004 a la fecha, así como han servido de ayuda a reducidos grupos poblacionales en extrema pobreza, muchos también se han prestado para prácticas clientelistas de políticos que buscan perpetuarse en el poder o con aspiraciones de alcanzarlo.
En 2004, segundo periodo presidencial de Leonel Fernández, se creó el Gabinete de Coordinación de Políticas Sociales (GCPS), cuya ejecutoria estuvo a cargo del vicepresidente de la República, Rafael Alburquerque, quien puso en marcha el programa de ayudas condicionadas llamado Solidaridad para mejorar las condiciones de vida de la población.
Una nota periodística del 2011 cita a Milagros Ortiz Bosch, exsecretaria de Educación y actual directora de Ética Pública, indicando que el programa de ayudas condicionadas fue originario del Gobierno de Hipólito Mejía (2000-2004), quien en un decreto dio a conocer la puesta en marcha de la Tarjeta de Asistencia Familiar con un incentivo a las familias por enviar sus hijos a la escuela y mantener al día su vacunación.
Según Alburquerque, el programa de ayudas condicionadas en inicio se llamó “Comer es Primero” y luego fue bautizado como Solidaridad.
Propósito
Solidaridad se creó para ayudar a los más pobres a salir de su condición y descansaba en tres ejes fundamentales: el Sistema Único de Beneficiario (Siuben), la Administradora de Subsidios Sociales (ADESS) y la Red de Abastecimiento Social (RAS). La Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) registró en 2004 a 5,763 beneficiarios del programa Comer es Primero. Ya para 2005, este programa ya alcanzaba a 196,226 familias y se agregó el Incentivo a la Asistencia Escolar, que en ese año llegó a 31,826.
En 2007, según la ONE, se integró la ayuda del Suplemento Alimenticio para Envejecientes, alcanzando a 47,762 personas, mientras que ese año Comer es Primero registró ayuda a 313,327 y la asistencia escolar la recibieron 90,718 familias.
Ampliación
En el periodo de gobierno 2008-2012 (tercer mandato de Fernández), estos programas ampliaron su nivel de asistencia social integrando subsidios para medicamentos a envejecientes (que solo duró un año), con 50,672 beneficiarios, el Incentivo a la Educación Superior con 24,232, el Bonogas Hogar con un alcance de 729,268 y Bonogas Chofer con 8,286. Otros subsidios como el Incentivo a la Policía Preventiva y el Bono Luz se registraron en 2009, según la ONE.
En el periodo de los ocho años de los Gobiernos de Danilo Medina (2012-2020), la vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño, asumió el control de las políticas sociales, cambiando el nombre de Solidaridad a Progresando con Solidaridad. Entre el 2013 y el 2016 se activó el Bono Escolar Estudiando Progreso, un incentivo a las familias con estudiantes en los niveles medios de educación.
En la rendición de cuentas en 2019, Progresando con Solidaridad indicó que 890,743 familias recibieron la ayuda de Comer es Primero, 116,296 familias con miembros en nivel básico de educación recibieron Incentivo a la Asistencia Escolar y 191,273 con miembros se beneficiaron de Bono Luz.
Cambios
El nuevo Gobierno del presidente Luis Abinader anunció un nuevo cambio en la tarjeta Solidaridad “Comer es Primero”. Esta se sustituirá por “Supérate”, duplicando el monto e incluyendo capacitaciones a los beneficiarios, para impulsarlos a emprender o insertarlos en el mercado laboral.
Cada Gobierno llega con sus planes e ideas para dejar en el “librito” de la historia su sello personal y esta gestión no ha sido la excepción.