Una joven llamada Trinity Rowles ha experimentado dificultades en su proceso de recuperación después de perder la punta de su nariz en un ataque de perro en septiembre del año pasado. Rowles ha tenido que someterse a cuatro cirugías hasta el momento y se espera que tenga hasta seis más para reconstruir su rostro. Sin embargo, una de las cirugías, un injerto de piel, ha dejado una marca visible en su nariz reconstruida, ya que se utilizó piel de la parte superior de la frente y el cuero cabelludo, lo que provocó la aparición de cabello en su nariz.
La agresión fue realizada por el perro de rescate de su padre, una mezcla de Pitbull-Bulldog llamada Irish, quien le mordió la nariz, le clavó los dientes en los brazos y la arrastró por el suelo. Según Rowles, el ataque fue inesperado ya que el perro era normalmente muy amigable y suave. Sin embargo, ese día, ella y su padre discutieron, lo que pudo haber desencadenado la agresión.
Rowles ha expresado su comprensión de que ciertas razas de perros son emocionales y ponerlos en situaciones de alto conflicto no es lo mejor para ellos. Aunque su padre intentó protegerla durante el ataque, Rowles resultó gravemente herida y perdió mucha sangre. Después de ser trasladada al hospital, fue sometida a múltiples cirugías y ha estado lidiando con el impacto mental del ataque, incluido el trastorno de estrés postraumático.
“Este tipo de razas son muy emocionales, y ponerlos en situaciones emocionales y de alto conflicto no es lo mejor para ellos. Los animales solo pueden comunicarse de muchas maneras”.
A pesar de las dificultades, Rowles se está enfocando en los aspectos positivos de su experiencia. Según ella, el hecho de haber tenido una experiencia cercana a la muerte le ha cambiado su perspectiva de la vida y está agradecida de seguir con vida. Aunque ha sido una experiencia traumática, Rowles está contenta de haber sobrevivido y está trabajando en su proceso de recuperación, incluyendo el tratamiento para su trastorno de estrés postraumático.
