Los Ángeles se vio sumida en el desorden desde la noche del domingo, con disturbios generalizados y saqueos que estallaron en el centro de la ciudad. Esta escalada de violencia se produce en un ambiente de creciente malestar por las recientes políticas de inmigración más estrictas implementadas por el gobierno federal.
Disparan con bala de goma a periodista australiana que cubría las protestas en Los Ángeles
Videos compartidos en redes sociales muestran a grandes grupos de personas irrumpiendo violentamente en comercios ubicados en las inmediaciones de 6th Street y Broadway. La policía intentaba controlar la situación. Tiendas como el establecimiento de tecnología Apple y la dispensaria de cannabis Mad Men, ambas en el corazón del centro de Los Ángeles, se encuentran entre los negocios afectados.
La División Central del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) ha confirmado haber recibido numerosas denuncias de propietarios cuyos negocios fueron vandalizados.
“Se están reportando saqueos en la zona de 6th y Broadway. Nuestros oficiales ya están en camino para investigar”, comunicó el LAPD a través de su cuenta en la plataforma X. Las autoridades han instado a los residentes y comerciantes a documentar cualquier acto de vandalismo o daño con fotografías antes de comenzar la limpieza, para facilitar la inclusión de estas pruebas en los informes oficiales.
El origen de estos altercados se remonta a las protestas contra la nueva agenda migratoria del gobierno estadounidense. Estas manifestaciones se extendieron por varios puntos de la ciudad durante el fin de semana, derivando en algunos sectores en enfrentamientos violentos, incendios y destrucción de propiedad privada. Testigos presenciales reportaron que las fuerzas del orden utilizaron gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a los manifestantes, quienes respondieron lanzando piedras y cócteles molotov.
En respuesta, el presidente Donald Trump ha ordenado el despliegue de 2,000 efectivos de la Guardia Nacional y 500 infantes de marina para reforzar la seguridad en la ciudad. El presidente reiteró su postura de “no permitir que estos delincuentes se salgan con la suya”. Por su parte, el gobernador de California, Gavin Newsom, advirtió que estas medidas solo servirán para intensificar la tensión social.
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