En los últimos tres meses, los visitantes del zoo Bioparc de Valencia se han encontrado con la conmovedora imagen de una chimpancé desconsolada que llevaba en brazos a su bebé muerto.
La chimpancé, llamada Natalia, perdió a su hijo cuando sólo tenía unos días. Se ha aferrado al cuerpo inerte desde entonces, aparentemente poco dispuesta a separarse.
“Es una conducta que está descrita en chimpancés, no sólo en zoológico, sino también en la naturaleza“, dijo a Reuters Miguel Casares, director de Bioparc.
Al igual que los humanos, los chimpancés pueden llorar la muerte de sus cercanos, pero no es habitual que el proceso sea tan crudo, ni tan largo. No obstante, Casares afirma que debe respetarse, al igual que en los humanos.
“Nuestros visitantes, que en un primer momento se sienten bastante impactados por la visión de una cría muerta, en cuanto les explicamos por qué lo hemos dejado y por qué lo mantenemos en observación lo entienden”, agregó.
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