Anatoly Yuryevich Moskvin, es un ex lingüista, filólogo e historiador ruso que fue arrestado en 2011, luego de que las autoridades de su país descubrieran los cuerpos momificados de 26 y mujeres de entre 3 y 29 años, en su apartamento en la ciudad Nizhny Novgorod, Rusia.
El macabro hallazgo se realizó tras las constantes desapariciones y profanaciones a las tumbas de mujeres entre 3 y 15 años, durante los primeros años del siglo XXI, en algunos cementerios locales.
Tras lo ocurrido, las autoridades intentaban hallar a los responsables del hecho, pero no encontraban indicios o patrones que dieran con alguna ruta de seguimiento para capturar a los ‘profanadores’, por lo que sin muchas opciones, recurrieron a expertos en temas necrofílicos y de santería.
Los familiares de las víctimas temían que los cuerpos de sus hijas fallecidas, estuvieran siendo utilizados con fines de ritos demoníacos.
Uno de dichos expertos que los encargados de la investigación pensaron en consultar fue el historiador Anatoly Moskvin, egresado de la Universidad de Moscú y especializado en la cultura Celta.
Video relacionado:
Se conocía en la región que Moskvin había participado en algunas investigaciones en los cementerios locales para un estudio antropológico con el fin de datear las causas de muerte de las personas enterradas en Nizhni Nóvgorod.
¿Qué descubrieron en la casa de Anatoly Moskvin?
Lo anterior, llamó la atención de los investigadores, quienes se dirigieron a la casa de Anatoly Moskvin para ‘buscar respuestas’, encontrando una espeluznante escena, el hombre, que en ese entonces tenía 45 años de edad, albergaba en su vivienda un total de 29 cuerpos de niñas y mujeres embalsamados y colgados por toda la casa como si fueran adornos.
Los rostros de los cadáveres los había tapado con una máscara de cera, con el fin de ocultar sus restos óseos, los maquillaba e introducía en su pecho una caja de música con el fin de simular el sonido de un juguete, también las había vestido de muñecas y se rumora en las calles de la ciudad Nizhny Novgorod que él hablaba con ellas y jugaba a la hora del té.
Después de ser descubierto, el mismo Anatoly Moskvin confesó a la revista ‘Necrología’, que su adicción con los muertos comenzó cuando solo tenía 12 años de edad, “volví a casa después de un día de colegio normal, cuando fui abordado por unos hombres que me obligaron a asistir al funeral de una niña de mi mismo instituto”.
Además, confesó que durante el funeral de la menor, uno de los familiares tomó su cabeza y lo obligó a besar la frente del cuerpo inerte de la niña fallecida en repetidas ocasiones. La madre de la infanta tomó un par de anillos de matrimonio y le puso uno a Moskvin y otro al cadáver para ‘casarlos’ antes de enterrar el cuerpo, una acción que marcaría psicológicamente al historiador para toda su vida.
“La madre de la pequeña, de luto, me puso un anillo de boda en la mano antes de ponérselo también a ella. Así fue que me casé simbólicamente (…) Mi matrimonio con Natasha Petrova fue muy útil, me ayudó a desarrollar un profundo interés en ceremonias mágicas”, indicó el hombre.
Se supo que Anatoly Moskvin estuvo fuertemente ligado al luciferismo gnóstico, un movimiento que separaba a lucifer de la idea de satán como algo maligno y lo mostraba como una especie de benefactor de la humanidad.
Las autoridades informaron que el ex historiador vivía con sus padres, quienes aseguraron no estar informados de que las muñecas eran cadáveres embalsamados, asegurando que los gustos de su hijo siempre fueron muy extraños, por lo que no le prestaron mucha atención.