Según relataron sus familiares, cinco días después del trágico suceso, todavía las autoridades policiales no han informado la identidad de los responsables ni han dado con su captura, por lo que estos siguen, hasta el momento, prófugos de la justicia.
La noche del fatídico día, Castro Ruiz salió de su residencia ubicada en la avenida Ecológica de Santo Domingo Este. En el trayecto, fue interceptado por los supuestos delincuentes a la altura de la avenida 25 de febrero, justo frente a la Villa Olímpica.
De acuerdo a lo contado por sus parientes, tras enterarse de lo acontecido, casi de inmediato colocaron una denuncia en un destacamento próximo a la zona.
No obstante, se quejaron ante periodistas de Listín Diario de la “lenta acción de las autoridades” en este caso.
El hoy occiso, quien era empleado de ventas de una tienda por departamentos de la ciudad capital, fue descrito por sus amistades como una persona “tranquila” y “trabajadora”.
Castro Ruíz deja en la orfandad a una niña de cuatro años.