Dajabón, Rep. Dom.-Calixto Pierre, un inmigrante haitiano indocumentado que trabaja en una finca de bananos de este municipio, dice que por primera vez en 23 años, no podrá visitar a sus familiares que dejó atrás en Haití tras emigrar a este país, para pasar la Navidad y Año Nuevo junto a ellos y amistades.
Teme que no lo dejen entrar al país a su regreso. “Voy a extrañar mucho a dos de mis hijos y cinco nietos, igual que a mi madre y dos de mis hermanos y varios amigos que tengo en Acul Du-Nord”, lamentó.
“Ahora ninguno podemos ir a visitar a nuestra familia y amistades en Haití, porque los guardias y la Migra están muy fuertes (drásticos)”, se quejó. El caso de Pierre de 45 años, no es aislado, porque es lo mismo que piensan otros inmigrantes haitianos en estatus migratorio irregular en República Dominicana.
Tal es el caso de Mildeyin Louis, residente en Santiago, quien aduce que trabaja desde hace 11 años en limpieza en una casa del sector de clase media de La Zurza, de esta ciudad. “Los dueños de la vivienda me tienen mucho cariño, me tratan como si fuera un familiar más, pero les dije que este año yo no voy para Haití, porque mi pasaporte está vencido y no quiero tener problemas con los guardias”, comentó.