Los datos provienen del estudio “La infodemia y su impacto en la vida digital”, desarrollado por Kaspersky, en asociación con la empresa de investigación Corpa.
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Para los expertos de la empresa, esta práctica es preocupante dadas las consecuencias que esta puede tener en su privacidad, reputación y bienestar general, especialmente al considerar el fenómeno de infodemia que se desató durante la pandemia.
Aunque las redes sociales se crearon para ayudar a conectar a las personas, han evolucionado rápidamente y se han convertido en un importante punto de acceso a información.
De hecho, el estudio revela que, entre marzo 2020 y marzo 2021, el 72% de los latinoamericanos siguió consejos para el cuidado de su salud que leyeron en redes sociales. Además, el 80% dijo que utilizó las redes sociales para mantenerse informado sobre el funcionamiento de servicios (públicos y comerciales) durante la pandemia, tendencia que no ha pasado desapercibida por defraudadores y cibercriminales.
“Cuanta más gente esté conectada a un servicio o plataforma, más atractiva es para los ciberdelincuentes”, comenta Dmitry Bestuzhev, director del Equipo de Investigación y Análisis para América Latina en Kaspersky.
“Por ejemplo, tan pronto como comenzaron las reglas de aislamiento, registramos un auge en los ataques de phishing a dispositivos móviles. Esto porque la mayoría de los usuarios recurrió a servicios en línea y aplicaciones a través de su smartphone. Un gran ejemplo de esto es la estafa de WhatsApp que dimos a conocer hace unos meses”, dice el experto.
Según Bestuzhev, el phishing es la táctica más utilizada en redes sociales por defraudadores. De acuerdo con datos del Panorama de Amenazas en América Latina de Kaspersky, la lista de países de la región más afectados por phishing durante los primeros ocho meses de 2021 está liderada por Brasil (15,37%), seguido por Ecuador (13,36%), Panamá 12,60%), Chile (11,90%), y Colombia (11,09%). Perú (10,30%), Guatemala (10,21%), México (9,41%), Argentina (9,17%) y Costa Rica (7,64%) completan la lista del Top10.
Además, el especialista resalta que la sobrecarga y el ‘apagón’ mental provocados por la infodemia durante los meses de confinamiento, nos hicieron más vulnerables a estas estafas que abusan de la ingeniería social.
“La gente suele pensar y sentir que la información en las redes sociales es más personal y por eso suele creer en los mensajes que se propagan en estas plataformas fácilmente. Es más, el contexto emocional con los que se presenta la información hace que la gente crea o apoye algún punto de vista sin pensarlo dos veces. Esto es lo que precisamente hace que las redes sociales propaguen cosas virales”, resalta Bestuzhev.
Por ejemplo, una noticia que se ha compartido cientos de veces, especialmente por contactos conocidos, sobre un tratamiento de salud, puede llevar a un usuario a olvidar la lógica y auto-medicarse sin prestar atención a la fuente o posibles consecuencias, especialmente si viene acompañada por ‘testimonios’ a su favor.
“El consumo de información en línea sucede rápidamente y a menudo pasa sin que los usuarios presten atención a los detalles, como la veracidad de la información, la fuente, y si lo que estamos leyendo tiene sentido. Como resultado, las personas terminan reaccionando instintivamente, lo que puede conllevar a acciones precipitadas que pueden afectar nuestra privacidad, identidad y hasta nuestro bienestar físico o emocional”, señala Bestuzhev.
“Por eso, es fundamental tomar tiempo para desconectarnos, procesar la información recibida y evaluar los riesgos que podamos enfrentar antes de tomar alguna acción. El mejor escenario es aquel en el que los internautas cuenten con un conocimiento digital básico, cuestionen todo lo que leen en línea y empleen tecnologías de protección confiables en sus dispositivos para resguardar sus datos y privacidad”, agrega.
Para evitar convertirse en víctima, Kaspersky recomienda:
– Mantenga un equilibrio en el consumo de noticias para evitar sentirse saturado por la cantidad de información que se comparte en las redes sociales. Utilice la función “ver / leer más tarde”, disponible en varias plataformas y navegadores, para que pueda despejarse y crear hábitos que beneficien su salud mental.
– Antes de compartir, comentar o darle “Me gusta” a una publicación en redes sociales, dese tiempo para procesar la información. Bestuzhev recomienda preguntarse si la fuente es válida y contemplar las posibles consecuencias de incluir algún comentario, o en asociarse con el punto de vista presentado. Tenga presente que el Internet lo recuerda todo y una acción en un momento de rabia o emoción, puede traer consecuencias para su reputación.
– Sospeche siempre de los enlaces recibidos por correos electrónicos, SMS, redes sociales o mensajes de WhatsApp, especialmente cuando la dirección parezca sospechosa o extraña. Verifique la dirección del enlace, especialmente si este busca redigerirlo a otro hipervínculo.
– Antes de auto-medicarse siguiendo recomendaciones compartidas en RR.SS., realice su propia investigación y consulte a su médico. Bestuzhev señala que varios testimonios pueden ser falsos o pagados para viralizar el post.
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