Los residentes de la “Yuca de Los Ríos, Calle A”, a la vera del residencial “Colinas del Seminario” donde el pasado sábado fue herido de bala el custodio de una de las tres entradas, pusieron el grito en el cielo ante los periodistas del LISTÍN DIARIO al exponer su falta de comprensión sobre el rol que la Policía Nacional cumple en su sector.
“La policía pasa y aun así los tigueres hacen lo que quieran”, indicó Nancy Montero, al relatar el fatídico hecho en el que en la puerta número dos de Las Colinas, José Antonio Féliz Vinicio resultó herido.
No dan abasto
A pesar de que quienes viven dentro del proyecto de 18 calles dicen sentirse salvaguardados bajo la supervisión de un guardián en cada entrada y un agente motorizado de turno, no parece que cuatro personas puedan dar abasto ante el auge de la delincuencia en la zona, sobre todo en un bloque con casi seiscientas casas.
“Se supone que es un residencial cerrado, con cámara y seguridad y ya han atracado tres veces ahí. En motores vinieron y le dieron dos tiros a ese hombre, entonces ¿cuál es la seguridad?”, cuestionó Miguel, un morador.
Efectivamente, al mediodía del sábado dos individuos a bordo de una motocicleta robaron el arma y propinaron dos disparos a Féliz Vinicio, quien aparentemente se había resistido al atraco, aunque ayer ya se encontraba fuera de peligro.
No obstante, los demás vigilantes del perímetro refirieron a LISTÍN DIARIO que, aunque puedan darse situaciones aisladas en que se vea comprometida la seguridad de los residentes, lo que le ocurrió a Féliz Vinicio es un caso de uno en un millón, algo que nunca se hubiese visto ahí dentro, ya que el verdadero peligro del sector está fuera. “Es un poco inseguro. Esto por aquí es muy peligroso. Aquí adentro no, pero ahí afuera no hay quien pueda”, contó José, quien releva al vigilante que resultó herido en su entrada.
“Están atracando mucho”, fue el lamento general que resume la opinión de los moradores de Los Ríos sobre su propio sector.
A pesar de tener dos cuarteles policiales en el área y de que agentes merodean varias veces al día, los habitantes se quejan porque el patrullaje del cuerpo del orden no parece ser más que “una pantalla” que no les brinda seguridad.
“Ellos pasan dos o tres veces al día, ellos pasan (insiste con toque irónico), pero de ahí en adelante…”, dijo Felipa, en la Calle C al alegar que “no hay ningún tipo de seguridad”. Aunado a esto, un colmadero de la zona explicó a este diario que las patrullas de la Policía Nacional pasean por sus calles, sin más que eso, “un simple pasar”, pero no realizan un trabajo de seguimiento que mantenga a los desaprensivos a raya, evitando actos indeseables.
“El viernes al sol del mediodía, a la directora de mi hijo le arrancaron una cadena en esa acera”, relató Leana, una ama de casa. Testimonios similares de hechos vistos o que les contaron, cómo el de un delivery del colmado al que le quitaron su celular, parecen el pan de cada día en Los Ríos.
“En la Calle A, no hay un solo carro al que no le hayan quitado las baterías, eso es todas las noches”, refirió uno de los vecinos.
EN PUNTOS
Otras áreas.
Siendo un sector de personas de clase media, quienes hacen vida en Los Ríos, refirieron ante al LISTÍN DIARIO que, fuera de lo que es la seguridad, gozan de una buena respuesta gubernamental ante las demás necesidades del área.
Servicios.
“Tenemos agua tres veces a la semana, gracias a Dios y el camión viene todos los días temprano porque si dura dos días sin venir la basura se pudre”, explicó Luisa Medina quien, alabando la buena voluntad del Estatal, expuso su queja sobre el deterioro de las aceras. El levantamiento de algunos de estos pasos peatonales es vistoso, al igual que su deterioro y descuido.