“¿Dónde está Meghan?”. La pregunta que se hacían muchos esta semana al ver al príncipe Harry iniciar en solitario una nueva visita a África quedó contestada ayer con la aparición sorpresa de la duquesa de Sussex en una gala benéfica. Fue en su tierra, en Los Ángeles, donde anoche asistió a la gala que celebra cada dos años el hospital infantil de esta ciudad para recaudar fondos.
Allí Markle reveló que los hijos de algunos de sus amigos están recibiendo tratamiento en este centro, y que si ella tuviera que elegir un hospital para alguno de los suyos (“como madre espero no tener que estar en esa situación”) optaría por el Children’s Hospital de Los Angeles.
“El personal es increíble y la cantidad de trabajo que realizan para familias que no podrían permitirse este nivel de atención es algo que creo que nunca se debe pasar por alto”, continuó.
La duquesa de Sussex se presentó en la gala con un despampanante vestido rojo de Carolina Herrera que estrenó hace tres años para otra de sus apariciones públicas en Estados Unidos y que anoche optó por lucir sin la cola superpuesta que sí llevó entonces. Meghan Markle estuvo acompañada en la gala de una de sus amigas más cercanas, Kelly Mckee Zajfen, a quien desde que perdió a su hijo ha apoyado en varias de las iniciativas sobre maternidad por las que es conocida. También coincidió con otros famosos como Demi Lovato y Jamie Lee Curtis.
Su última aparición pública destacada databa del pasado mes de agosto, cuando se embarcó junto al príncipe Harry en una gira “semi royal” por Colombia invitada por su vicepresidenta. En la actualidad prepara un nuevo programa con Netflix y el lanzamiento de su marca de bienestar.
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