Santo Domingo, Rep. Dom.-El ministro de Educación, Ángel Hernández, informó ayer que la institución que dirige, en lugar de trabajar en un plan orientado específicamente a debilitar la presencia de jóvenes en el sistema educativo que formen parte de pandillas delincuenciales, se enfocan en métodos de prevención ante posibles situaciones.
En entrevista para Listín Diario, indicó que “es obvio que las bandas juveniles son una realidad en la sociedad de hoy y eso reclama el concurso de la familia para superar los problemas sociales”, sobre todo desde la prohibición de cohibir a un dominicano de recibir la educación.
“Los jóvenes en conflicto con la ley son una realidad, pero en educación debemos evitar la discriminación. Ahora, si dentro de los centros escolares incurren en violaciones, entran los organismos indicados antes”, aseveró señalando a la Policía Escolar y Orientación y Psicología.
Seducidos por el entorno
En respuesta, el ministro indicó que las escuelas deben ser lugares seguros donde tanto docentes como alumnos puedan “trabajar en un clima de tranquilidad”, donde impere la disciplina y el respeto a las buenas costumbres; sin embargo, el “entorno social a veces no ayuda” y la escuela no puede resolver problemas sociales.
Hernández apeló también a que los padres asuman el compromiso de velar para que sus hijos asistan a las escuelas y tengan el comportamiento adecuado dentro de los recintos.
Según el funcionario, la unidad de la pluralidad de los involucrados será lo que permitirá que la tranquilidad impere en el entorno para que predomine una “cultura de paz”.
“Es la unidad escuela-comunidad lo que permitirá llevar un clima de tranquilidad al entorno escolar. Todos juntos podremos cultivar nuevas relaciones que permitan una escuela en donde predomine una cultura de paz”, afirmó el funcionario.
La policía antipandillas había dicho que, en coordinación con la Policía Escolar y las autoridades educativas, trabajaban en un plan de “prevención y orientación” para contrarrestar las intervenciones de los grupos delictivos en sectores como El Capotillo y otros del Gran Santo Domingo.
Según habían expresado, el propósito es trazar orientaciones para que los jóvenes en edad preuniversitaria conozcan los diferentes tipos y modalidades de las pandillas, así como lograr brindarles herramientas para “dar respuestas cuando se vean involucrados en una situación de esta categoría”, en la que sean seducidos para integrarse a grupos delincuenciales.
“La casa y las escuelas son el principal hogar preventivo de las pandillas”, subrayaron.