Una adolescente acusada de dispararle a su madre e intentar matar a su padrastro fue grabada en video jugando con su teléfono celular y enviando mensajes de texto a un amigo momentos después del tiroteo.
Imágenes horribles de Carly Gregg caminando casualmente por su cocina se reprodujeron en el tribunal durante su juicio por asesinato en Mississippi.
El joven, que ahora tiene 15 años, tenía solo 14 cuando supuestamente le disparó a su madre dentro de su casa el 19 de marzo. Rechazó un acuerdo de declaración de culpabilidad de 40 años y, en su lugar, su equipo legal está presentando una defensa por demencia.
En el video, Greg entra a la cocina con una camiseta de Nirvana y camina de un lado a otro del pasillo, desapareciendo de la cámara por un momento antes de regresar, sosteniendo algo detrás de él y mirando hacia la cocina.
Se alejó de la cámara nuevamente momentos antes de que sonaran tres disparos.
Esta semana se reprodujeron en el tribunal imágenes espeluznantes de Carly Gregg caminando casualmente por su cocina durante su juicio por asesinato en Mississippi.
El joven, que ahora tiene 15 años y 14 en el momento de los presuntos delitos, rechazó un acuerdo de declaración de culpabilidad de 40 años y, en su lugar, su equipo legal está buscando una defensa por demencia.
Después del primer disparo, se escucha el grito de una mujer y luego la habitación queda en silencio.
Momentos después, se ve a Greg nuevamente frente a la cámara, sentándose en un taburete cerca del banco de la cocina y enviando mensajes de texto en su teléfono mientras sus dos perros observan.
La madre de Greg, Ashley Smiley, profesora de matemáticas de 40 años, recibió un disparo mortal en la cara.
Los fiscales alegan que Gregg usó el teléfono de su madre para enviarle un mensaje de texto a su padrastro, Heath, para intentar atraerla a casa. Ley y crimen Informe
Un mensaje de texto enviado desde el teléfono de Smiley a Heath decía: ‘¿Cuándo volverás a casa?’
Cuando Heath regresó a casa, la policía alega que Gregg le disparó y le dio un golpe en el hombro.
Los fiscales alegan que Gregg usó el teléfono de su madre para enviar mensajes de texto a su padrastro Heath en un intento de atraerlo a casa.
Se alejó de la cámara nuevamente momentos antes de que sonaran tres disparos.
El tribunal escuchó que Heath le quitó el arma antes de dispararle a Gregg nuevamente, lo que lo llevó a huir de la escena.
La policía alega que mientras hablaba por teléfono, Gregg le envió un mensaje de texto a un amigo, conocido con el seudónimo de BW, pidiéndole que volviera a casa debido a una “emergencia”.
Cuando llega el amigo, Greg le pregunta “si alguna vez ha visto un cuerpo antes” y lleva al testigo al cuerpo de su madre.
Heath testificó ante el tribunal sobre haber regresado a casa y haber visto el cuerpo de su esposa.
“Sabía que le habían disparado, había sangre alrededor, no estoy seguro exactamente dónde, en el lado derecho de la cara”.
La madre de Greg, Ashley Smiley, profesora de matemáticas de 40 años, recibió un disparo mortal en la cara.
Dijo que Greg alguna vez fue una “niña dulce”, pero parecía que ese día en cuestión “vio un demonio”.
“Cuando abrí la puerta de la cocina, el arma me apuntó a la cara antes de que la puerta se abriera ocho o diez centímetros”, afirmó.
“El arma me explotó en la cara. Se disparó dos veces más, pero después del primer disparo tenía la mano en el arma y se la arrebaté a Carly.
El tribunal escuchó el miércoles al psiquiatra Dr. Andrew Clarke, quien dijo que creía que Greg se había “desmayado” durante hasta 90 minutos el día de los presuntos delitos.
Greg admitió ante el Dr. Clark que había comenzado a consumir cannabis, según escuchó el tribunal, varias veces por semana y que le preocupaba que su madre se enterara.
Pero también admitió que alguien en la posición de Greg tendría la intención de “fingir” una enfermedad mental..
El Dr. Clarke dijo al tribunal que Greg había tenido “alucinaciones auditivas” durante años antes de las acusaciones, pero que la voz en su cabeza nunca le había “ordenado” que hiciera nada.
Greg admitió ante el Dr. Clark que había comenzado a fumar cannabis varias veces a la semana y que le preocupaba que su madre se enterara, según escuchó el tribunal.
El tribunal escuchó que había estado consumiendo cannabis hasta el día anterior al presunto incidente. También le recetaron Lexapro y Zoloft, ambos medicamentos para el estado de ánimo.
Está acusado de asesinato, intento de asesinato y manipulación de pruebas y se enfrenta a cadena perpetua si es declarado culpable.
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