Ella estudiaba y quería ser abogada, mientras él madrugaba todos los días para irse a trabajar en un centro de comida que suple a varias empresas, era repartidor ágil y valorado por sus compañeros.
Las imágenes del vehículo reflejan el fuerte impacto del accidente, dejando la guagua donde transitaban casi partida a la mitad. Las piezas del minibús, los cristales y la sangre derramada de esta pareja estaban en la acera de la puerta de entrada al Barrio Chino..
Tras conversar con periodistas del Listín Diario, algunos vecinos narran que “probablemente la pareja estaba en estado de embriagues”.
Harolyn, quien tenía 25 años de edad, dejó una niña de cuatro años y una tristeza que arropa a su familia y vecinos, ya que todos expresaron que se caracterizaba por ser una joven alegre y estudiosa.
Su abuela, en llantos, expresaba en el velatorio: “yo que te había dicho que te fueras dormir y te fuiste andar”.
Soñaba con ser abogada
Su mayor proyección a futuro giraba alrededor de ser una abogada, poder comprarle una casa a su madre y trabajar para darle todo lo que necesite su pequeña.
Con su constante empeño por salir adelante, Harolyn trabajaba en en la Dirección General de Impuestos Internos, estudiaba inglés, al mismo tiempo que realizaba cursos técnicos.
Los restos de Harolyn fueron sepultados horas después del de su novio, Sebastián Grullón, quien conducía el vehículo en que se accidentaron.
Los bomberos llegaron al lugar de los hechos
El jefe de la estación central de bomberos, Luis Erasme.explicó que los jóvenes “perdieron el control y se accidentaron de frente con un poste de luz”
Las víctimas, quienes iban a cumplir un año de noviazgo, tuvieron su velatorio el domingo en sus respectivos hogares, la joven en el sector Santa Bárbara y Sebastián, en Villa Francisca, sectores ubicados a pocos metros del lugar donde fallecieron.