Habrá juego 7. Detengan las champañas y celebraciones. Más escalofriante no pudo ser este encuentro entre los denominados eternos rivales. Los Tigres del Licey derrotaron a los Leones del Escogido siete carreras por cuatro en 13 entradas en un sobrecogedor sexto partido para forzar al séptimo y decisivo juego de la serie final 2025.
Fue el segundo juego de entradas extras de esta final y los rayados los han contado por victoria, después de ganar el día inaugural de esta fase, el pasado día 20 de enero, jugando como dueño de casa. Esta vez lo hizo como visitante.
Como en otras ocasiones, los Tigres convirtieron en probable, lo que parecía escapársele de las manos cuando estaban cerca de ser enviados a octubre. Recordó el octavo juego de la final de 1999, cuando perdían el octavo juego, regresaron y forzaron el noveno para llevarse la corona.
El Licey frenó así el descorche y la fiesta roja cuando se vieron a solo un out de levantar el trofeo de su corona 17 y este lunes ambos deciden quién se queda con la copa en el partido señalado para las 7:30 p.m. con los Tigres como home club.
Como otros partidos dramáticos, el Licey estaba cerca de despedirse, pero regresó. Todo gracias a un jonrón de Gustavo Núñez contra Rafael Montero en el noveno episodio que igualó la pizarra 4-4.
Luego a la altura del décimo tercer capítulo y contra Darien Núñez (0-1), un rally de tres anotaciones encabezado por un sencillo, totalmente descolgado, de dos carreras de Harold Ramírez y un sencillo productor de Sergio Alcántara ponían el partido 7-4.
Y la cereza del pastel la puso Andy Otero (1-0) con un relevo excelente de tres entradas, en especial en el cierre de la entrada 13, cuando permitió sencillo de Jean Segura, al izquierdo y boleto a Yamaico Navarro, pero se las arregló para ponchar corrido a José Sirí y a Matt Whatley y al bateador emergente Wilfredo Tovar. Tras ese out, los jugadores azules se lanzaron al terreno para celebrar su victoria.
El Escogido anotó dos en el tercero, una en el quinto y otra en el octavo y el Licey, una en el segundo, una en el sexto, dos en el noveno y tres en el 13.
Por el Licey, Núñez, de 6-2, un jonrón, dos anotadas y dos empujadas. Ramírez de 7-3, un doble y dos empujadas. Francisco Mejía, de 7-2, dos anotadas.
El cerrador Rafael Montero parecía que tenía todo resuelto. Nada más lejos, Gustavo Núñez despachó un jonrón por el prado derecho que igualó el encuentro 4-4.
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