Ucrania.- Volodímir Zelenski (Volodymyr Zelensky), presidente de Ucrania, usó su cuenta de Twitter para denunciar a Rusia por el bombardeo en un hospital infantil y de maternidad ubicado en la ciudad de Mariúpol —confrontando las declaraciones del gobierno de Vladimir Putin acerca de que los objetivos son militares y no civiles. Sin embargo, las fotos y los videos ahí están.
Hablan por sí solos de los estragos de este conflicto que ha sido denominado por Rusia como una “operación militar especial”, que en teoría sólo tocaría bases militares o áreas estratégicas de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
De acuerdo con las autoridades de Ucrania, el bombardeo en el hospital infantil dejó al menos 17 personas heridas, entre ellas el personal de la clínica, aunque no hay reportes de niños heridos.
“Mariúpol. Ataque directo de las tropas rusas en el hospital de maternidad. Gente, los niños están bajo los escombros. ¿Cuánto tiempo más el mundo será cómplice ignorando el terror?”.
Tuiteó y reclamó el presidente de Ucrania, al también insistir —a Estados Unidos y la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte)— que decreten el cielo de Ucrania como una zona de exclusión aérea.
Zona de exclusión aérea
¿El objetivo? Cerrar el paso o bueno, el espacio aéreo de Ucrania a los aviones del ejército de Rusia mediante la prohibición de vuelos militares.
Esta petición no fue bien recibida por Vladimir Putin, al grado de que el presidente de Rusia advirtió a aquellos países que le entren que serán considerados como participes de este conflicto.
Esto porque en caso de un ataque, la OTAN y Estados Unidos deberán responder con el envío de aviones militares para bloquear las invasiones.
Sin embargo, pese a que se trata de una confrontación militar abierta entre más países —no sólo Rusia y Ucrania—, Zelenski consideró que es la única vía para hacer frente a Rusia y evitar más daños a civiles, como el hospital infantil, cuya sala de maternidad, sala de niños y la de terapia quedaron destruidas.
De acuerdo con la OMS (Organización Mundial de la Salud), este no es el primer ataque. Se han identificado al menos 18 contra clínicas, personal médico o ambulancias —en los que han muerto 10 personas.