“Era la hora de padre e hijo, estábamos viendo la tele, y Mason dice: ‘Papá, ¿puedo usar tu teléfono?”, relató Keith Stonehouse a NBC News sobre su hijo de 6 años. “Así que le di mi teléfono y le dije: ‘Tienes 30 minutos”, agregó este padre de la ciudad de Chesterfield, cerca de Detroit (Michigan). El hombre contó al programa Today que su hijo suele usar el celular para jugar con una app educativa.
“Acostar a un niño de 6 años no suele ser fácil”, añadió Stonehouse, “pero sorprendentemente se portó muy bien”. “No se peleó, no dijo ‘tengo hambre’ ni se inventó cosas para quedarse despierto. Sólo se fue a la cama y yo pensé: ‘Vaya, esto es increíble. Ojalá mamá estuviera aquí para verlo’. Y de repente oigo el timbre”.
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La comida comenzó a llegar a la casa cerca de las 9 de la noche del sábado. La grabación de la cámara del hogar muestra cómo arriba entrega tras entrega a la puerta, según detalló la cadena CNN.
El padre pensó en un principio que eran productos para el negocio de pastelería de su mujer pero se equivocó, pero los paquetes comenzaron a acumularse. “Dije: ‘¿Qué está pasando? ¿Por qué me trae comida”, preguntó a un repartidor, según la estación WDIV-TV.
Un niño de 6 años de Michigan estaba jugando con el teléfono celular de su padres antes de irse a dormir cuando empezaron a llegar paquetes y paquetes de comida a la casa. El pequeño gastó cerca de 1,000 dólares en comida a través de la aplicación de entrega de comida a domicilio Grubhub sin que sus padres se dieran cuenta.
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A través de la app Grubhub, el niño había gastado casi 1,000 dólares en pedidos de comida: camarones, ensaladas, shawarma, wraps de pita de pollo, sándwiches, papas fritas de queso con chile y varias órdenes de helado. Finalmente, el banco del padre envió una alerta por posible fraude y bloqueó un pedido de pizza de $400, dijo CNN.
El padre intentó detener los pedidos al habla con los respectivos restaurantes, pero lo remitieron con Grubhub. Tras tener noticia de lo ocurrido, la compañía se puso en contacto con la familia y les ofreció 1,000 dólares en tarjetas de regalo. La comida que ordenó el niño les duró varios días, y pudieron compartirla con sus vecinos.
El menor no parece muy arrepentido, según su padre: “Yo estaba tratando de explicarle que esto no era bueno y él levantó la mano y me detuvo y dijo: ‘Papá, ya llegaron las pizzas de pepperoni”, contó al medio MLive.com. El hombre, dice, no sabía si enojarse o reír.
https://youtu.be/crgUs18F1zU