En una comunidad costera de Sudáfrica, la desaparición de una niña de seis años estremeció al país y al mundo. Joshlin Smith desapareció en febrero de 2024 en la localidad de Saldanha Bay. Su rostro, tierno e inocente, apareció en carteles de búsqueda durante meses… hasta que la verdad comenzó a emerger en los tribunales.
El giro del caso: una confesión escalofriante
La madre de Joshlin, Kelly Smith, fue condenada este 2 de mayo por cargos de secuestro y trata de personas. Lo que sorprendió aún más fueron los testimonios escuchados durante el juicio.
Una vecina declaró que Smith le confesó haber vendido a su hija a un sangoma (curandero tradicional), quien supuestamente la quería por “sus ojos y su piel”.
“Me dijo que hizo algo tonto… que vendió a su hija”, relató Lourentia Lombaard, testigo clave del proceso, según reportó la BBC. También se reveló que Smith intentó sobornar a quienes sabían del plan, ofreciendo dinero a cambio de silencio.
Un país conmovido y una sentencia esperada
La historia sacudió a Sudáfrica. Según Reuters, Smith, su pareja Jacquen Appollis y un amigo, Steveno van Rhyn, también fueron hallados culpables. Aunque negaron los hechos, el testimonio de una maestra aumentó las sospechas: Smith le dijo que Joshlin “estaba en un barco rumbo a África Occidental”.
La reacción en el tribunal fue de alivio: aplausos llenaron la sala al conocerse el veredicto. Ahora, los tres enfrentan posibles cadenas perpetuas.
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